Caso R., C. A. v/ AMSA S.A. (2011)

Con pos­te­rio­ri­dad al dic­ta­do de la Ley 26.618, es impor­tan­te citar la deci­sión de la Cor­te Supre­ma de Jus­ti­cia de la Nación en el caso “R., C. A.” del año 2011, en este caso en rela­ción con el ámbi­to labo­ral y la Ley de Con­tra­to de Tra­ba­jo [1].

Ante la soli­ci­tud del otor­ga­mien­to de una indem­ni­za­ción por falle­ci­mien­to, como con­se­cuen­cia de la muer­te de su pare­ja de su mis­mo sexo, R., C. A. ini­ció deman­da con­tra AMSA a los fines de obte­ner el bene­fi­cio men­cio­na­do, sobre la base del artícu­lo 248 de la Ley de Con­tra­to de Trabajo.

En Pri­me­ra Ins­tan­cia se hizo lugar a lo soli­ci­ta­do. Sin embar­go, la Cáma­ra Nacio­nal de Ape­la­cio­nes del Tra­ba­jo resol­vió revo­car dicho pro­nun­cia­mien­to y dene­gar la peti­ción, sos­te­nien­do que el bene­fi­cio debía otor­gar­se sólo en el caso de que hubie­ra una unión de un hom­bre y una mujer.

Final­men­te, la CSJN se expi­de al res­pec­to, remi­tién­do­se a lo deci­di­do en el fallo “P., A.”. Así, dicho tri­bu­nal sos­tie­ne que

“el dere­cho a la indem­ni­za­ción por falle­ci­mien­to pre­vis­ta en el art. 248 de la Ley de Con­tra­to de Tra­ba­jo tien­de a paliar la situa­ción de des­am­pa­ro de la fami­lia del tra­ba­ja­dor falle­ci­do, ori­gi­na­da por la pér­di­da de los ingre­sos con que el cau­san­te sub­ve­nía sus nece­si­da­des, situa­ción asi­mi­la­ble —en este aspec­to— a las pres­ta­cio­nes de la segu­ri­dad social que fue­ron obje­to de tra­ta­mien­to en el pre­ce­den­te citado”.

Por lo tan­to, la CSJN deja sin efec­to la deci­sión de la Cámara.

NOTA

[1] Fallo “R., C. A. v. AMSA S.A.”, Cor­te Supre­ma de Jus­ti­cia de la Nación, de fecha 29/11/2011. Cita onli­ne: AP/JUR/70/2011.