Este página fue desarrollada en 2017. Algunos conceptos y contenidos aquí publicados requieren una actualización. Próximamente comenzaremos a trabajar en la revisión de los contenidos, así como también en la nueva política de privacidad de la web.

Caso M., M. J. (2009)

Caso M., M. J. (2009)
23 mayo 2017 Identidad & Diversidad

En el año 2009, la Cáma­ra Nacio­nal de Ape­la­cio­nes en lo Civil, Sala H, dic­tó sen­ten­cia en el caso “M., M. J.” [1].

Lue­go de que la enti­dad emplea­do­ra toma­ra cono­ci­mien­to de su con­di­ción de homo­se­xual y por­ta­dor de H.I.V., un emplea­do ban­ca­rio dejó de per­ci­bir eva­lua­cio­nes de desem­pe­ño posi­ti­vas y fue tras­la­da­do de sucur­sal. Final­men­te, se aco­gió a un plan de reti­ro voluntario.

El juez de Pri­me­ra Ins­tan­cia hizo lugar a la acción de daños y per­jui­cios dedu­ci­da, y la Cáma­ra con­fir­mó dicha decisión.

La Cáma­ra cons­ta­tó las prue­bas apor­ta­das por M., M. J., y corro­bo­ró que se tra­ta­ba de una per­so­na homo­se­xual, que era por­ta­dor de H.I.V., que tra­ba­jó para la deman­da­da, que había sido ascen­di­do reite­ra­das veces has­ta el año 1998 y que, final­men­te, se extin­guió la rela­ción labo­ral con pos­te­rio­ri­dad a que la emplea­do­ra toma­ra cono­ci­mien­to de la enfermedad.

Los jue­ces del caso entien­den que, como con­se­cuen­cia de las prue­bas ante­rior­men­te men­cio­na­das, hay una pre­sun­ción de dis­cri­mi­na­ción, por ser el emplea­do una per­so­na inte­gran­te de un gru­po de per­so­nas que “sue­len ser obje­to de dis­cri­mi­na­ción”. Por lo tan­to, se debe inver­tir la car­ga de la prue­ba. Así, la deman­da­da debe­ría acre­di­tar que hubo razo­nes estric­ta­men­te obje­ti­vas que hicie­ron que el emplea­dor deja­ra de ascen­der a su emplea­do a par­tir del momen­to en que se hizo públi­ca su orien­ta­ción sexual y su enfer­me­dad. Ade­más, debe­ría pro­bar que razo­nes pura­men­te basa­das en la per­se­cu­ción de un mejor ser­vi­cio jus­ti­fi­ca­ban su tras­la­do de sucur­sal y, en defi­ni­ti­va, que el actor libre y volun­ta­ria­men­te qui­so dejar la empre­sa y extin­guir el víncu­lo labo­ral, sin sen­tir­se pre­sio­na­do a cau­sa de la discriminación.

No habien­do logra­do el emplea­dor pro­bar dichos extre­mos, la Cáma­ra hace lugar a la deman­da inter­pues­ta por M., M. J., con­fir­man­do la deci­sión de Pri­me­ra Instancia.

Cabe des­ta­car que el emplea­dor sos­tie­ne que, al haber el emplea­do soli­ci­ta­do su reti­ro volun­ta­rio y haber per­ci­bi­do una indem­ni­za­ción, la deman­da resul­ta­ría invia­ble. Soli­ci­ta, ade­más, que se le des­cuen­te de la indem­ni­za­ción lo que su emplea­do ya había per­ci­bi­do. Sin embar­go, la Cáma­ra con­si­de­ra que se tra­ta de dos situa­cio­nes dis­tin­tas: por un lado, la indem­ni­za­ción ya per­ci­bi­da, de la que es mere­ce­dor cual­quier emplea­do que sea des­pe­di­do sin jus­ta cau­sa y, por el otro, la indem­ni­za­ción como con­se­cuen­cia de los daños sufri­dos por haber sido dis­cri­mi­na­do en su ámbi­to labo­ral. De hecho, aun cuan­do no se hubie­ra extin­gui­do la rela­ción labo­ral, el emplea­do podría haber deman­da­do a su emplea­dor sobre la base de los daños por la dis­cri­mi­na­ción de la que fue víctima.

NOTA

[1] Fallo “M., M. J. c. Citi­bank N.A.”, Cáma­ra Nacio­nal de Ape­la­cio­nes en lo Civil, Sala H (CNCiv) (SalaH), de fecha 07/04/2009. Publi­ca­do en LA LEY 14/07/2009, 5,con nota de Tomás Igna­cio Gon­zá­lez Pon­dal; LA LEY 2009-D , 437, con nota de Tomás Igna­cio Gon­zá­lez Pon­dal; DT2009 (agos­to), 882 – LA LEY 10/09/2009 , 5, con nota de Sebas­tián Serrano Alou; LA LEY 2009-E , 402, con nota de Sebas­tián Serrano Alou; DJ14/10/2009, 2916. Cita onli­ne: AR/JUR/10007/2009.

Descargar fallo