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Caso Levoniuk, Jorge Omar (2008)

Caso Levoniuk, Jorge Omar (2008)
24 mayo 2017 Identidad & Diversidad

Del fallo “Levo­niuk, Jor­ge Omar” de la Sala B del Supe­rior Tri­bu­nal de Jus­ti­cia de la Pro­vin­cia de La Pam­pa, del año 2008, sólo nos limi­ta­re­mos a ana­li­zar la inter­pre­ta­ción que hace dicho tri­bu­nal del daño sufri­do por el menor en cues­tión [1].

El caso ver­sa sobre el abu­so sexual de un menor de edad por par­te de su padre, quien es acu­sa­do y con­de­na­do por la Cáma­ra Cri­mi­nal Nº 1 de San­ta Rosa, Pro­vin­cia de La Pam­pa, por el deli­to de abu­so sexual agra­va­do. El Fis­cal de Cáma­ra y el Defen­sor recu­rren la deci­sión de dicho tri­bu­nal y, final­men­te, el caso lle­ga al Supe­rior Tri­bu­nal de Jus­ti­cia (STJ) de la pro­vin­cia, el que con­fir­ma la deci­sión de la Cámara.

En su sen­ten­cia, el STJ, al momen­to de ana­li­zar el daño sufri­do por el menor, con­si­de­ra que los actos per­pe­tra­dos por el adul­to al niño le cau­sa­ron a éste una des­via­ción del cur­so natu­ral de su desa­rro­llo sexual, ya que dichos actos son en sí mis­mos “pre­ma­tu­ros, exce­si­vos y per­ver­sos”. En lo que aquí nos intere­sa, el STJ, en con­so­nan­cia con lo sos­te­ni­do por el Fis­cal de Cáma­ra, con­si­de­ra, entre otros argu­men­tos, que:

El acto es per­ver­so cuan­do en sí mis­mo es depra­va­do, por­que impli­ca un ejer­ci­cio anor­mal de la sexua­li­dad (homo­se­xua­lis­mo, coi­tos anor­ma­les con mani­fes­ta­cio­nes de sadis­mo o maso­quis­mo, etcétera).”

Asi­mis­mo, a efec­tos de deter­mi­nar la cul­pa­bi­li­dad del señor Levo­niuk, el Supe­rior Tri­bu­nal de Jus­ti­cia afir­ma que:

el impu­tado cono­cía la edad de la víc­ti­ma por ser su padre, como así tam­bién el con­te­ni­do homo­se­xual de sus actos y por ello la natu­ra­le­za corrup­to­ra de los mis­mos. Se tra­tó en el caso, de un hom­bre mayor que ini­cia en acti­vi­da­des sexua­les de natu­ra­le­za corrup­to­ra a su hijo menor de tre­ce años, tam­bién varón, acti­vi­dad idó­nea para tor­cer o defor­mar el nor­mal desa­rro­llo sexual de la persona.”

Sobre esto, sien­do cier­to lo abe­rran­te del abu­so sexual de un padre hacia su pro­pio hijo, no es menos cier­to que algu­nas de las afir­ma­cio­nes rea­li­za­das y algu­nos adje­ti­vos uti­li­za­dos sobre el acto homo­se­xual pue­den ser cuan­to menos cuestionables.

NOTA

[1] Fallo “Levo­niuk, Jor­ge Omar, en cau­sa nº 02/07 (reg. C. en lo C. nº 1 – Sta. Rosa) s/ recur­so de casa­ción”, 104/07, Supre­mo Tri­bu­nal de Jus­ti­cia, Sala B, Pro­vin­cia de La Pam­pa, de fecha 21/05/2008.

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