Este página fue desarrollada en 2017. Algunos conceptos y contenidos aquí publicados requieren una actualización. Próximamente comenzaremos a trabajar en la revisión de los contenidos, así como también en la nueva política de privacidad de la web.

Principios de Yogyakarta (2006)

Principios de Yogyakarta (2006)
20 mayo 2017 Identidad & Diversidad

Los Prin­ci­pios de Yog­ya­kar­ta esta­ble­cen que “Todos los seres huma­nos nacen libres e igua­les en dig­ni­dad y dere­chos. Todos los dere­chos huma­nos son uni­ver­sa­les, com­ple­men­ta­rios, indi­vi­si­bles e inter­de­pen­dien­tes. La orien­ta­ción sexual y la iden­ti­dad de géne­ro son esen­cia­les para la dig­ni­dad y la huma­ni­dad de toda per­so­na y no deben ser moti­vo de dis­cri­mi­na­ción o abuso”

Estos Prin­ci­pios fue­ron ela­bo­ra­dos en noviem­bre del año 2006 en la ciu­dad indo­ne­sa de Yog­ya­kar­ta, a raíz de una soli­ci­tud efec­tua­da por Loui­se Arbour, ex Alta Comi­sio­na­da de las Nacio­nes Uni­das para los Dere­chos Huma­nos (2004–2008). Para su con­fec­ción cola­bo­ra­ron 29 exper­tos en dere­chos huma­nos y dere­cho inter­na­cio­nal de dife­ren­tes países.

La Comi­sión Inter­na­cio­nal de Juris­tas y el Ser­vi­cio Inter­na­cio­nal para los Dere­chos Huma­nos, en nom­bre de una coa­li­ción de orga­ni­za­cio­nes de dere­chos huma­nos, desa­rro­lla­ron un pro­yec­to que inclu­ye una serie de prin­ci­pios jurí­di­cos inter­na­cio­na­les sobre la apli­ca­ción de la legis­la­ción inter­na­cio­nal de dere­chos huma­nos. Estos prin­ci­pios se apo­yan en el pro­gre­so posi­ti­vo del dere­cho inter­na­cio­nal y fun­cio­nan como una herra­mien­ta escla­re­ce­do­ra que ayu­da a com­pren­der de qué mane­ra debe apli­car­se la nor­ma­ti­va vigen­te en dere­chos huma­nos en casos espe­cí­fi­cos don­de se pue­dan ver vul­ne­ra­dos los dere­chos del colec­ti­vo LGBT.

Los prin­ci­pa­les apor­tes de los Prin­ci­pios son:

  • Ana­li­zan una amplia gama de nor­mas de dere­chos huma­nos y su apli­ca­ción a las cues­tio­nes rela­ti­vas a la orien­ta­ción sexual y la iden­ti­dad de género.
  • Esti­pu­lan la obli­ga­ción pri­mor­dial que tie­nen los Esta­dos en cuan­to a la imple­men­ta­ción de los dere­chos humanos.
  • Ade­más, cada prin­ci­pio vie­ne acom­pa­ña­do por reco­men­da­cio­nes diri­gi­das a los esta­dos, e inclu­yen reco­men­da­cio­nes adi­cio­na­les diri­gi­das al sis­te­ma de dere­chos huma­nos de las Nacio­nes Uni­das, a las ins­ti­tu­cio­nes nacio­na­les de dere­chos huma­nos, a los medios de comu­ni­ca­ción, a las orga­ni­za­cio­nes no guber­na­men­ta­les y a las agen­cias financiadoras.

Estos Prin­ci­pios son rele­van­tes por­que ponen en relie­ve la situa­ción de espe­cial vul­ne­ra­bi­li­dad que pade­cen las per­so­nas que per­te­ne­cen al colec­ti­vo LGBT. Si bien en teo­ría el mar­co nor­ma­ti­vo las pro­te­ge, en la prác­ti­ca sus dere­chos son con­cul­ca­dos por su orien­ta­ción sexual o su iden­ti­dad de géne­ro. El hecho de que estos avan­ces nor­ma­ti­vos a nivel inter­na­cio­nal ocu­rran en el mis­mo momen­to sugie­re que el sis­te­ma de dere­chos huma­nos está dan­do res­pues­ta a estas situa­cio­nes de espe­cial vul­ne­ra­bi­li­dad. Posi­ble­men­te, el motor de estos cam­bios nor­ma­ti­vos esté dado por la cre­cien­te movi­li­za­ción de acti­vis­tas en todo el mundo.