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Observación General Nº 20. La no discriminación y los derechos económicos, sociales y culturales (2009)

Observación General Nº 20. La no discriminación y los derechos económicos, sociales y culturales (2009)
20 mayo 2017 Identidad & Diversidad

El Comi­té de Dere­chos Eco­nó­mi­cos, Socia­les y Cul­tu­ra­les fue crea­do en el año 1985, se encuen­tra inte­gra­do por 18 exper­tos de reco­no­ci­da com­pe­ten­cia en mate­ria de dere­chos huma­nos y es el encar­ga­do de vigi­lar el cum­pli­mien­to por los Esta­dos Par­tes de las obli­ga­cio­nes que les impo­ne el Pac­to res­pec­to al aná­li­sis del gra­do de efec­ti­vi­dad de los dere­chos y obli­ga­cio­nes en cuestión.

El 2 de julio de 2009, en su cua­dra­gé­si­mo segun­do perío­do de sesio­nes, el Comi­té de Dere­chos Eco­nó­mi­cos, Socia­les y Cul­tu­ra­les mani­fes­tó su obser­va­ción gene­ral Nº 20. El títu­lo com­ple­to de la obser­va­ción gene­ral Nº 20 es “La no dis­cri­mi­na­ción y los dere­chos eco­nó­mi­cos, socia­les y cul­tu­ra­les (artícu­lo 2, párra­fo 2 del Pac­to Inter­na­cio­nal de Dere­chos Eco­nó­mi­cos, Socia­les y Cul­tu­ra­les)” y fue apro­ba­da por el Con­se­jo Eco­nó­mi­co y Social de Nacio­nes Uni­das, en el 42º perío­do de sesio­nes, en Ginebra.

Esta obser­va­ción afir­ma que: “La dis­cri­mi­na­ción difi­cul­ta el ejer­ci­cio de los dere­chos eco­nó­mi­cos, socia­les y cul­tu­ra­les de una par­te con­si­de­ra­ble de la pobla­ción mun­dial. El cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co no ha con­du­ci­do por sí mis­mo a un desa­rro­llo sos­te­ni­ble y hay per­so­nas y gru­pos de per­so­nas que siguen enfren­tan­do desigual­da­des socio­eco­nó­mi­cas, a menu­do como con­se­cuen­cia de arrai­ga­dos patro­nes his­tó­ri­cos y de for­mas con­tem­po­rá­neas de discriminación”.

Y, de mane­ra más espe­cí­fi­ca, hice refe­ren­cia a la dis­cri­mi­na­ción por orien­ta­ción sexual e iden­ti­dad de géne­ro en el párra­fo 32, al expre­sar que:

En ‘cual­quier otra con­di­ción social’, tal y como se reco­ge en el artícu­lo 2.2 del Pac­to, se inclu­ye la orien­ta­ción sexual. Los Esta­dos par­tes deben cer­cio­rar­se de que las pre­fe­ren­cias sexua­les de una per­so­na no cons­ti­tu­yan un obs­tácu­lo para hacer reali­dad los dere­chos que reco­no­ce el Pac­to, por ejem­plo, a los efec­tos de acce­der a la pen­sión de viu­de­dad. La iden­ti­dad de géne­ro tam­bién se reco­no­ce como moti­vo prohi­bi­do de dis­cri­mi­na­ción. Por ejem­plo, los trans­gé­ne­ro, los tran­se­xua­les o los inter­se­xo son víc­ti­mas fre­cuen­tes de gra­ves vio­la­cio­nes de los dere­chos huma­nos, como el aco­so en las escue­las o en el lugar de trabajo”.

En línea con las decla­ra­cio­nes y la nor­ma­ti­va pre­sen­ta­da a esca­la inter­na­cio­nal, este ins­tru­men­to resul­ta rele­van­te para una correc­ta inter­pre­ta­ción y aná­li­sis de los dere­chos eco­nó­mi­cos, socia­les y cul­tu­ra­les del colec­ti­vo LGBT reco­no­ci­dos a nivel inter­na­cio­nal. Ade­más, este docu­men­to es uno de los ante­ce­den­tes más anti­guos reco­pi­la­dos a nivel inter­na­cio­nal que haga alu­sión a la temá­ti­ca de mane­ra específica.