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Ley 4.044 - Régimen de Seguridad Social para el Personal de la Administración Pública (1994)

Ley 4.044 - Régimen de Seguridad Social para el Personal de la Administración Pública (1994)
23 mayo 2017 Identidad & Diversidad

Ley 4.044 Régi­men de segu­ri­dad Social para el Per­so­nal de La Admi­nis­tra­ción Públi­ca Pro­vin­cial y Muni­ci­pal. Régi­men de Reti­ros y Pen­sio­nes Poli­cia­les. Régi­men de Jubi­la­cio­nes y Pen­sio­nes del Per­so­nal Docen­te. Régi­men de Segu­ros – Sub­si­dios Labo­ra­les y Régi­men de Prés­ta­mos y Caja Com­ple­men­ta­ria Finan­cie­ra (1994)

La Ley pro­vin­cial 4.044 (1994) es de van­guar­dia para su épo­ca ya que dis­po­ne en su artícu­lo 83 inc. A) que:

En caso de muer­te del jubi­la­do o del afi­lia­do en acti­vi­dad o con dere­cho a jubi­la­ción, goza­rán de pen­sión los siguien­tes cau­sa­ha­bien­tes (…) La viu­da, el viu­do, la con­vi­vien­te o el con­vi­vien­te, inclui­do con­vi­vien­te del mis­mo sexo (…)”.

Asi­mis­mo, el artícu­lo 84, esta­ble­ce que:

La concubina/o, inclui­do el con­vi­vien­te del mis­mo sexo, ten­drá dere­cho a la pen­sión pre­vis­ta en el artícu­lo 83, si acre­di­ta­re feha­cien­te­men­te haber con­vi­vi­do en apa­ren­te matri­mo­nio duran­te un perío­do míni­mo de cin­co (5) años inme­dia­ta­men­te ante­rio­res al falle­ci­mien­to del causante”.

En el mis­mo sen­ti­do, el artícu­lo 89 esta­ble­ce que:

La mitad del haber de la pen­sión corres­pon­de al cón­yu­ge supérs­ti­te o concubina/o, inclui­do el con­vi­vien­te del mis­mo sexo, si con­cu­rrie­ren hijos, nie­tos o her­ma­nos de ambos sexos del cau­san­te, en las con­di­cio­nes del artícu­lo 84, la otra mitad se dis­tri­bui­rá entre éstos por par­tes igua­les, con excep­ción de los nie­tos que per­ci­bi­rán en con­jun­to la par­te de la pen­sión a que hubie­re teni­do dere­cho el pro­ge­ni­tor fallecido”.

Como se pue­de apre­ciar, la ley reco­no­ce el dere­cho de todas las per­so­nas uni­das en con­vi­ven­cia a acce­der a una pen­sión, inclui­das las pare­jas del mis­mo sexo. Vale la pena des­ta­car que la mis­ma es muy ante­rior a las nue­vas leyes nacio­na­les de matri­mo­nio igua­li­ta­rio e iden­ti­dad de género.