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Ley 2.957 - Políticas de Derechos y Diversidad Sexual (2008)

Ley 2.957 - Políticas de Derechos y Diversidad Sexual (2008)
23 mayo 2017 Identidad & Diversidad

La Ley 2.957 de la Ciu­dad de Bue­nos Aires de 2008 con­tem­pla y reco­no­ce de mane­ra amplia los dere­chos de las per­so­nas LGBT. Esta­ble­ce como uno de sus objetivos:

Ela­bo­rar, arti­cu­lar y eje­cu­tar polí­ti­cas públi­cas ten­dien­tes a remo­ver obs­tácu­los que limi­ten el ejer­ci­cio de dere­chos a las per­so­nas con pre­tex­to de su orien­ta­ción sexual e iden­ti­dad de géne­ro, pro­mo­vien­do la defen­sa y el goce de sus dere­chos para su desa­rro­llo inte­gral en la sociedad”.

A los fines de alcan­zar los obje­ti­vos que se pro­po­ne, esta­ble­ce una serie de accio­nes que van des­de la difu­sión y la inves­ti­ga­ción has­ta la imple­men­ta­ción de medi­das de acción positiva.

Orde­na la crea­ción de un “Con­se­jo Con­sul­ti­vo Ase­sor Hono­ra­rio”, que ten­drá como pri­me­ra tarea la crea­ción de un esta­tu­to para garan­ti­zar la publi­ci­dad de los encuen­tros, y garan­ti­zar su carác­ter públi­co y abier­to. A su vez, en su artícu­lo 7 esta­ble­ce las fun­cio­nes del Con­se­jo, a saber:

  1. Pro­po­ner a la auto­ri­dad de apli­ca­ción estra­te­gias para la imple­men­ta­ción del plan.
  2. Ase­so­rar a la auto­ri­dad de apli­ca­ción en los con­te­ni­dos espe­cí­fi­cos de dere­chos y diver­si­dad sexual que deben guiar y res­pe­tar las polí­ti­cas públi­cas y, en par­ti­cu­lar, las cam­pa­ñas y mate­ria­les de difu­sión y pro­mo­ción de derechos.
  3. Ela­bo­rar y pro­po­ner a la auto­ri­dad de apli­ca­ción polí­ti­cas públi­cas en el mar­co de los obje­ti­vos del plan.
  4. Acon­se­jar a la auto­ri­dad de apli­ca­ción, median­te la ela­bo­ra­ción de un infor­me semes­tral, sobre el desa­rro­llo del plan en cuan­to al cum­pli­mien­to de los obje­ti­vos, accio­nes, pro­yec­tos y su imple­men­ta­ción. Dicho infor­me no es vinculante.

Este Con­se­jo fun­cio­na en la actua­li­dad como un espa­cio don­de se inter­cam­bian ideas, opi­nio­nes y pro­pues­tas con par­ti­ci­pa­ción de las dife­ren­tes orga­ni­za­cio­nes de la socie­dad civil que repre­sen­tan a las per­so­nas LGBT y dis­tin­tas áreas del poder eje­cu­ti­vo y legis­la­do­res. La crea­ción de este Con­se­jo ha sido de vital impor­tan­cia para avan­zar en el reco­no­ci­mien­to de los dere­chos de las per­so­nas LGBT.